¿Discutís más de lo normal? Cómo resolver discusiones de pareja

Pasar la cuarentena con tu pareja pon a prueba tu relación y la intimidad que compartís. Aunque algunos pueden verlo como una manera de pasar más tiempo juntos, es absolutamente normal que al cabo del tiempo acabes discutiendo con tu pareja sobre cosas tan sencillas como quién puso la comida al gato o qué comida pedir en Delivaroo. Entonces, aquí te dejamos algunos consejos y maneras de resolver tus discusiones de pareja. ¡Porque tu cuarentena no va a acabar en divorcio!
Intenta arreglar lo que viene de más atrás.
Puede que los problemillas el día a día sean solo una excusa para hablar de cosas que ya te iban molestando hace tiempo. Intenta reflexionar sobre los motivos reales de cada zasca y habla con tu pareja con honestidad. Si nunca intentas arreglar do que viene de atrás, se convertirá en una bola de nieve imparable.
Relativiza los problemas que enfrentas.
En el caso de que todos los problemas se deban directamente al hecho de que estáis en casa, en un espacio limitado y sin poder salir, intenta relativizar tus problemas. Al final, todo esto se trata de algo mucho mayor que cualquier uno de nosotros. Aunque que te cueste creer ahora mismo, algún día pasará y algún día volveremos a salir de nuestras casas.
Busca un terapeuta matrimonial.
Si ves que no lográis parar con vuestras discusiones, considera buscar una "mediación". Es decir, un consejero o terapeuta matrimonial. Acuérdate que en una discusión hay siempre tres lados: el tuyo, el de la otra personal y el lado correcto. A lo mejor, necesitáis un poco de ayuda para ver este tercer lado y os vendrá bien hablar con alguién que lo ve todo desde afuera.
Respecta la soledad de cada uno.
Uno de los problemas de la cuarentena es la sensación de no estar solos jamás. Es decir, estás todo el día con tu pareja - sin espacio para tus propios pensamientos o tus pequeños caprichos. Y si estás con tus hijos, aún peor. Así que quizás el primer paso para discutir menos es respetar más la individualidad de cada uno y aceptar que la soledad también es saludable.