¿Cuál es la diferencia entre tarima y tarima flotante/ tarima laminada?
Si estás pensando en renovar el suelo de tu casa, lo más probable es que te hayan dicho algo como "ponle un suelo laminado que lo arreglas rápido y barato...". Pero, ¿qué es un la tarima flotante o parqué? ¿Cuál es la diferencia entre la "tarima flotante" y la tarima de toda la vida?
¿Qué es la tarima?
La tarima es el suelo más clásico de los pisos españoles, junto con las baldosas. Es un suelo de madera maciza, por lo que cada pieza es única. Además la tarima se puede lijar para limpiarla, eliminar la capa superior y ocultar los defectos. Esta es, por cierto, una solución muy popular para remodelar casas antiguas. También puedes utilizar barniz para que se mantenga brillante durante mucho tiempo.
¿Qué es un una tarima laminada o parqué?
Por otro lado, el parqué flotante es una solución más moderna. El laminado es un material sintético con varias capas que imita la madera. En el caso del parqué flotante, la capa superior es de madera real. Generalmente viene en "tablas" que se encajan con un clic y que se pueden instalar rápida y fácilmente.
¿Cuáles son las diferencias entre la tarima y la tarima flotante?
En caso de que el laminado o el parqué se dañen, debes reemplazar las partes dañadas. Si hay granos más graves, o si no tienes material de repuesto, tendrás que reemplazarlo por completo. La vida útil del suelo laminado y del parqué ronda los 25 años. A su vez, la duración de la madera es muy variable (depende del uso, humedad, etc.), pero generalmente se dura más de 50 años.
La tarima flotante suele ser más resistente a la humedad e incluso existen suelos con tratamiento hidrofugante, aptos para su uso en baños y cocinas. Pero no se recomienda tarima para estas áreas de la casa. Sin embargo, ambos pueden expandirse con los cambios de temperatura y humedad, por lo que pueden "ampollar". En la instalación de suelos de madera, es necesario dejar un espacio entre el piso y la pared.
La tarima es reparable. Como te explicamos, es posible alisar el suelo para restaurarlo. Además, puedes pintar y barnizar según sea necesario. Por otro lado, el laminado no se puede reparar: por ejemplo, si pierde su color con el sol, por ejemplo, nunca volverá a tener el mismo color y se queda así.